El Infierno es la piedra angular dentro del universo de Doom: es el lugar de origen de la invasión demoníaca en los juegos.
Tiene una presencia significativa en muchos niveles y es el marco de la acción en partes de Doom, de Doom II, Final Doom, Doom 64, Doom 3 y Resurrection of Evil y en el relanzamiento de Doom (2016).
Visión de conjunto[]
Las características típicas del Infierno en estos juegos incluyen grandes cantidades de cuerpos mutilados, algunos que al parecer siguen vivos, y diversas muestras de la iconografía satánica.
En la mayoría de los niveles la arquitectura del infierno implica paredes escarpadas de roca, fuego, cruces invertidas, puertas de madera, estalagmitas, árboles muertos y lava en lugar de ácido. Es raro que el jugador se encuentre con aspectos naturales o tecnológicos en los niveles del infierno, y de hecho la estructura de los niveles de sí mismos no tienen ningún sentido de flujo o de continuidad.
El Ciberdemonio de Doom 3.
En cada juego de Doom, el Infierno se representa como teniendo biocibernética desarrollada o, por lo menos, que han robado de la tecnología de la Tierra y modificado por su cuenta. La implantación de armas modernas y futuristas en los cuerpos de muchos de sus demonios, incluyendo poderosos demonios como el Ciberdemonio y la Spiderdemon, ambos tienen partes del cuerpo mecánicos y orgánicos. El Icono del pecado parece ser una enorme cabeza demoníaca, en parte mecánica, aunque el texto final del juego de Doom II indica que tiene un cuerpo adecuadamente masivo también.
Habitantes del Infierno[]
El infierno está poblado por una gran variedad de criaturas, desde las almas perdidas y zombis hasta las bestias demoníacas y monstruos cibernéticos. No se sabe mucho sobre los orígenes exactos de estas criaturas. Algunos de ellos son probablemente los antiguos seres humanos, mientras que otros pueden haber nacido (o haberse creado) en el mismo infierno. Estas criaturas son todas salvajes, brutales e implacables, pero bastante inteligentes y capaces de trabajar juntas hacia un objetivo común: la conquista de la Tierra.
En Doom 3 las criaturas del infierno están controlados por una entidad de gran poder y maldad, que se refiere a los habitantes del infierno como sus "hijos". Esta entidad habla a través del Dr. Malcolm Betruger y más tarde se manifiesta como el Maledict. No se sabe si esta entidad es el único líder del Infierno, o simplemente uno de los líderes del Infierno. En cualquier caso, las criaturas del infierno obedecen su capricho. También parece que la entidad ha conocido que posee poderes telequinéticos, ya que algunos eventos dentro del juego a menudo muestran objetos e incluso cadáveres siendo levitados y arrojados.
La posesión demoníaca[]
No hay Zombis en el Doom original; los enemigos a menudo considerados como tales son, de hecho, "ex" seres humanos poseídos por los demonios del infierno. La Biblia de Doom afirma que la posesión puede suceder.
En Doom 3 y Resurrection of Evil se demostró que los seres humanos y muertos vivientes pueden ser poseídos. La mayor parte de los funcionarios civiles y de seguridad en la base de Marte son poseídos y convertidos en zombis en la primera ola de la invasión demoníaca. Estos zombis también carecen de un alma después de una determinada cantidad de tiempo, ya que el Artefacto no puede absorber el alma de un enemigo caído que era un zombi, aunque puede tomar las almas de otros cuerpos y en un caso se puede tomar el alma de un hombre durante el juego que se convierte en un zombi frente al marine.
Por razones no especificadas, algunos personajes -como el protagonista, controlado por el jugador- no se aceptan. El consejero Swann, Jack Campbell, el sargento Kelly, junto con un puñado de marines y civiles se cuentan también entre los que no se convierten al instante en zombis. A lo largo del juego, el Marine experimenta casos de visión borrosa roja, por lo general acompañada por una risa malvada o lenguaje demoníaco.
El Marine ve una pesadilla de sí mismo convertido en un muerto viviente.
Además, al principio del juego, cuando el Marine se mira en un espejo ve una visión de sí mismo en la que empieza a ser un zombi. Estos incidentes son posiblemente el resultado de los intentos fallidos de los demonios que pretenden poseerlo. Esto, junto con el hecho de que un buen número de personal militar de la base fueron inicialmente afectados por la invasión demoníaca, podrían sugerir que los demonios no pueden poseer aquellos con mentes fuertes y bien disciplinados, o por lo menos tienen dificultades para hacerlo.
En las clásicas novelas de Doom, donde el Infierno no es una parte de la historia, se indica que sólo los seres humanos muertos pueden convertirse en zombis, a través de la biotecnología. En las novelas de Doom 3, donde el infierno es parte de la historia, muchos de los miembros del personal de UAC están poseídos igual que en el juego, pero a algunos zombis les crecen garras, mandíbulas y partes del cuerpo demoníaca y otros son más fuertes y más rápidos que los zombis del juego.
Acceso al infierno[]
En los juegos clásicos, el Infierno se descubre después de los experimentos en la tecnología de teletransporte y durante el juego sólo es accesible por teletransportadores de larga distancia o puertas de enlace. Los teletransportadores originales de Doom en particular, tienen símbolos satánicos en ellos.
Los juegos representan los demonios del Infierno transformando el sitio que han invadido. En el Doom original y Doom II, partes de la base Deimos y la Tierra se muestran con paredes y suelos hechos con intestinos, vértebras y pieles. En Doom 3, el sargento Kelly advierte al protagonista sobre un "crecimiento sin identificar" que va apoderándose de sectores de la base UAC. El crecimiento representa espinas, cráneos, grandes trozos de carne en movimiento, y baldosas levitando de un pozo de lava profunda.
El Infierno en Doom se basa en gran medida en el concepto religioso que las almas de la gente mala pasa la condenación eterna en el infierno después de la muerte. Esto se indica en el texto final del juego de Doom II: "Te preguntas donde la gente mala irá cuando mueran ahora".
Y de nuevo en el texto final del juego The Plutonia Experiment: "El infierno se ha ido de nuevo a golpear gente mala muertos en lugar de los buenenos vivos". Porque uno no puede viajar físicamente al infierno sin la ayuda de una especie de puerta de entrada, la ubicación real del Infierno nunca es reveladoa, aunque se indica por Doom FAQ y por el comportamiento inusual del medio ambiente en el Infierno en Doom 3 que no es una parte de nuestro universo sino otra dimensión completamente distinta. En los juegos clásicos, la única manera de volver físicamente del infierno es matando al líder de la invasión demoníaca como la Spiderdemon o el Icono del pecao.
Doom sin el Infierno[]
Una de las críticas principales de las clásicas novelas de Doom es que se cortó la referencia al Infierno, y en su lugar los demonios son diseños genéticos alienígenas. Una crítica similar fue dirigida a la película de Doom del 2005, donde los monstruos eran seres humanos mutados por un experimento marciano de empalme de genes, en lugar de ser los demonios reales, y universalmente carecía de los ataques de proyectiles de sus contrapartes de juego.
Es importante tener en cuenta, sin embargo, que una de las pantallas de texto en Doom II se refiere a una "base alienígena", aunque es posible que la palabra "alienígena" se haya utilizado en el contexto de algo extraño.